Volví a verle después de algún tiempo, y algo en él había cambiado. Ahora tenía dentro un silencio como una herida: largo y profundo. Supuse que el origen del cambio estaba en el abandono que había detrás de cada puerta cuando todos dejamos el piso para coger nuestros aviones. Y el vino que había en su despensa... Era vino distinto.
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