31 de diciembre de 2013

He dado un giro y me he encontrado con una pared. He vuelto a perderme en el laberinto de mi propia personalidad para encontrarme de cara con algo nuevo. No es un muro de hierba mullida, es un muro de ladrillo y cemento. Ahora me planteo la posibilidad de volver atrás, de reencontrarme, pero no me convence. Es más grande la tentación de incendiar aquellos setos que tanto me confundían.

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