7 de julio de 2010

Cebollas


No digas nada. Solo deja de ver a la persona que he sido, y empieza a ver a la persona que puedo ser. Veme a mí, no a la Eddie que enseño al mundo. Es más, vamos a olvidarla. Olvida la blusa que lleva porque siempre le ha gustado enseñar el escote. Y la falda, es muy corta, porque siempre ha sabido que a los tíos les gustan las piernas largas. Y los tacones, que hacen sus piernas aún más largas.  Olvida el sostén, que hace que sus pechos sean un poco más firmes de lo que son hoy en día. Y las bragas, que esconden la cicatriz de mi cesárea. Esto es todo. Soy Eddie. Tal vez no sea la mujer que creías que había debajo de todo eso, pero soy real, y estoy aquí, y te pido una oportunidad.

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