29 de junio de 2011

Orígenes


Los brazos extendidos y las palmas de las manos abiertas. El agua que pasa entre sus dedos está cada vez más caliente. Su pelo parece una nube negra a la deriva de la marea. A veces las algas rozan sus pies, o algún pez juega con sus piernas, pero Ella no parece darse cuenta, y sigue adelante. 

Desde fuera todo está tranquilo. No sopla el viento, y el agua está lisa como el cristal. Pero de pronto, la quietud se rompe, y aparece una figura negra que sale del agua. La nube de su pelo ahora es una cascada de lluvia. Sus ojos se abren como su boca y el agua sale de todo su cuerpo.

El aire se abre paso por su cuerpo, hasta que consigue llegar a sus pulmones. Ella empieza a toser agresivamente, y su piel blanca va volviéndose de un color violeta. Sus rodillas pierden la fuerza y cae, ensuciándose las piernas con la arena. Una última inhalación busca desesperadamente su origen, pero no lo encuentra.


El cuerpo cae hacia atrás, y al anochecer, las olas y la espuma acariciarán su cabello.

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