Siete segundos es el tiempo que tarda el cuerpo en corromperse de la maldad que hay en el mundo. Los primeros siete segundos de vida son la verdadera vida, y son por lo que vale la pena vivir. Después de eso empiezan los círculos viciosos y los búcles de los que no puedes salir, por mucho tiempo que pase, por muy lejos que huyas. Y sin embargo las personas no viven siete segundos, sinó siete décadas, y si pudieran, siete siglos. Siete siglos de corrupción.
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