Alimento mi cultura con poesía
mientras la destruyo con el vicio
carnal.
carnal.
El olor corporal que me derrite
el cerebro
el cerebro
y llena Nueva York de restos
líquidos.
líquidos.
Finalmente cedo al deseo
de la espalda
de la espalda
entintada
bajo el vapor de agua.
bajo el vapor de agua.
En un espejo empañado encuentro el reflejo
de una mente empañada
por el sudor imaginario.
por el sudor imaginario.
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