Mi corazón fue arrojado en medio del bosque, y los lobos se encargaron de cuidarlo. Tuve un corazón salvaje y honesto, pero la Reina Malvada lo encerró en alguna caja, y ahora ha pasado a formar parte de su colección. Ya no me pertenece, ya no siento. Y todo por no saber controlarme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario