Por fin, ya estamos cerca. Ahora podemos ver la luz al final del túnel, y no es una luz de muerte, es una luz de vida. Fortuna ha girado nuestra rueda hacia arriba, y está dispuesta a catapultarnos hasta las nubes. Después de mucho tiempo me doy cuenta de que por fin vuelvo a mirar hacia delante. Y no tengo prisa por descubrir mis futuros hogares ni mis futuros amantes. A pesar de que tenga un miedo atroz a la muerte.
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