11 de marzo de 2010

BCNieve

Hasta ahora pensaba que caminar debajo de la lluvia me gustaba. El lunes descubrí que caminar debajo de la nieve me encanta.

La playa blanca, el río blanco, las calles, las casas y los tejados blancos. Es todo tan mágico... Andar por las calles vacías cazando los copos mas grandes con la boca y sentir como se derriten con el calor de la lengua.

Foto por: Jordi Floriach Clark

Pero lo mejor de todo es llegar a casa empapado, cambiarse de ropa y coger una manta bien grande y asomarte a la ventana. Ver como la nieve se acumula en el tejido que forman las ramas de todos los pinos que hay en el bosque, y escuchar como poco a poco el tronco de uno de esos pinos se resquebraja y se parte en dos. Todo esto seguido de la cortina de nieve que se produce cuando ésta cae al no poder sostenerse en el tronco que acaba de caer. Un espectáculo maravilloso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario