2 de febrero de 2013

Tanta lluvia me atormenta

Cuando me alisté en el ejército sabía que moriría allí, pero tú pusiste el arma en mi mano. No podía decepcionarte, y coloqué la dinamita. Pero entonces alguien activó la mina en tu mente. Te volaste a ti mismo y volaste mis piernas. Ya no puedo recordar ni el presentimiento. Cada segundo de dolor es una nueva vida, un dolor nuevo. No puedo mas que gritar y mirar de lejos el detonador. Y sé que, en algún lugar, algún zorro blanco comerá de la carne en que me convierta.


You gave me my very first gun

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