16 de mayo de 2012

Detrás de la lluvia

Como una pluma sin tinta, intento escribir, pero solo consigo dejar en el papel una hendidura a penas visible. Los rasgos negros y claros de otros días quedaron lejos, y ahora todo es mucho más difícil de descifrar. Pero al menos mis rastros pueden entenderse. Cuando el cristal se rompió, la tinta fluyó por el escritorio dejando una gran mancha sin patrón. Una mancha que todavía no se ha ido, y no lo hará hasta que el viento y las gotas no vengan a por ella.


Aunque busque una palabra no habrá nada. 

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